El aceite de almendras es un valioso aliado del bienestar y el cuidado de nuestro cuerpo, rico en nutrientes y marcado por la presencia de elementos esenciales y principios activos, utilizados en cosmética y dermatología.
El aceite de almendras es un tipo de aceite obtenido con una técnica de extracción específica, el prensado en frío del fruto del almendro. Este árbol del que se extrae el aceite se encuentra extendido por toda la cuenca mediterránea, aunque su origen es muy antiguo y se remonta al continente asiático. Podemos distinguir dos tipos diferentes de aceite de almendras: según el tipo de proceso de prensado utilizado, podemos distinguir un aceite de almendras dulce y otro amargo.
Aunque tienen características y propiedades completamente diferentes, el más utilizado en cosmética, en la creación de productos de belleza y en la investigación dermatológica, es generalmente el aceite de almendras dulces, caracterizado por una consistencia más delicada y por la presencia de varios principios activos con propiedades emolientes y nutritivas. Así que veremos juntos los beneficios y el uso de este producto en nuestro cuerpo.
Aceite de almendras: los beneficios
El aceite de almendras es ideal para aplicarlo y utilizarlo en todas las zonas del cuerpo consiguiendo excelentes beneficios. Caracterizado por contener numerosas vitaminas, entre ellas la vitamina E, ideal para el cuidado y la protección de la piel, el aceite de almendras es una sustancia rica en ácidos grasos, proteínas y minerales: estos últimos, el calcio, el magnesio y el potasio en particular, están debidamente indicados como excipientes y nutrientes fundamentales para nuestro organismo.
En particular, el aceite de almendras se recomienda para quienes tienen una piel irritada o seca: su función y sus propiedades emolientes y calmantes, combinadas con la presencia de vitaminas B y E, ayudan a la piel a absorber todos los nutrientes que necesita para recuperar su frescura e hidratación naturales y, además, el aceite también ayuda a aliviar y aliviar el ardor y el picor. El aceite de almendras también es especialmente útil en el cuidado del cabello: sus propiedades características ayudan a que no se produzca el efecto encrespado que suelen provocar la salinidad y el sol, sobre todo en verano.
Para beneficiarse de los efectos óptimos del aceite de almendras sobre el cabello, es suficiente con preparar unas compresas de aceite para aplicarlas sobre el cuero cabelludo justo antes del champú. Al ser un producto completamente natural, el aceite de almendras puede ser un sustituto válido de la leche limpiadora y, por lo tanto, está especialmente indicado como desmaquillante natural. Muy útil en el embarazo, gracias a sus propiedades elastificantes, de hecho, representa una solución óptima para prevenir las estrías y, gracias a sus propiedades elastificantes, la piel tiende a no desgarrarse. Por último, entre los beneficios que puedes disfrutar gracias al aceite de almendras está el de los masajes corporales: combinado con unas gotas de aceite esencial perfumado, se convierte en una solución muy indicada para realizar largos y relajantes masajes por todo el cuerpo.
Aceite de almendras para el pelo
El aceite de almendras está especialmente indicado para el bienestar y el cuidado del pelo. Sus características emolientes y nutritivas lo convierten en una sustancia con múltiples efectos positivos para la belleza del cabello pero también para el cuidado del cuero cabelludo. Puedes utilizar el aceite de almendras para cuidar tu cabellera tanto en seco como en húmedo: es un aliado perfecto para combatir, tratar y prevenir la caspa y, además, es apto para todo tipo de cabellos.
Ya sea encrespado, graso o seco, tratar el cabello con paquetes de aceite de almendras antes o después del champú le aportará todos los principios activos y el volumen que necesita. Para que cumpla correctamente su función sobre el pelo, es necesario utilizar una pequeña cantidad de aceite sobre el mismo y masajearlo suavemente y sin prisas para que sea absorbido por el cuero cabelludo: de esta forma todas las propiedades emolientes y calmantes podrán actuar sobre el cabello y fortalecerlo. No obstante, se recomienda utilizar siempre un champú de tipo neutro o natural, sin aditivos ni productos químicos que agredan el cabello.
Aceite de almendras para el pelo crespo
Nuestro cabello, especialmente en verano, tiende a tener el clásico efecto encrespado. Esto suele deberse al sol y a la exposición prolongada, o al menos mayor que el resto del año, que solemos hacer durante los meses de verano para conseguir un bronceado más bonito, duradero y uniforme. La salinidad, sobre todo, contribuye a aumentar la sensación de encrespamiento y la dureza del pelo, llegando también a estropearlo y haciéndolo desagradable a la vista y al tacto.
Para superar todos estos problemas, puedes utilizar fácilmente el aceite de almendras que, gracias a sus propiedades emolientes, nutritivas y regeneradoras, ayuda al cabello a recuperar la suavidad y el volumen en poco tiempo, combatiendo el encrespamiento y dando nuevo brillo y vigor al cabello. Para conseguir el efecto deseado, basta con realizar un tratamiento con compresas de aceite antes del champú.
Aceite de almendras para la piel
El aceite de almendras ha demostrado ser un eficaz aliado en el cuidado de la piel. Sus propiedades desempeñan, de hecho, un papel calmante, hidratante y nutritivo para la piel, ayudándola a recuperar su equilibrio hidrolipídico. Puede utilizarse en toda la piel del cuerpo, especialmente cuando aún está húmeda: una vez que se ha absorbido, generalmente en unos minutos, dará a la piel una agradable sensación de elasticidad, reduciendo los signos de las estrías e incluso previniéndolas.
Rico en ácidos grasos y vitaminas, también está especialmente indicado para el tratamiento reconfortante de pequeñas heridas, enrojecimientos y pieles agrietadas: puede utilizarse en todo tipo de pieles, tanto femeninas como masculinas, e incluso en la de los niños, ya que no presenta ningún tipo de contraindicación ni efecto secundario. Por el contrario, en los niños en particular, puede ayudar a reducir el ardor y el enrojecimiento en caso de irritaciones de la piel debido al cambio de pañales.
Aceite de almendras: un perfecto antiarrugas
El aceite de almendras también es muy eficaz para combatir y prevenir las arrugas. Esto se debe a que sus extractos y nutrientes naturales son ricos en todos aquellos elementos que van a fortalecer y rejuvenecer la piel, dándole así un aspecto más joven y luminoso. Para beneficiarse del efecto antiarrugas del aceite de almendras, es necesario aplicar una pequeña cantidad de aceite en la zona a tratar antes de ir a dormir y masajear suavemente con un movimiento de dentro hacia fuera hasta que se absorba por completo: en particular, este tratamiento es específico para el contorno de los labios y el área de los ojos, donde se registran las primeras apariciones de arrugas.
El aceite también puede aplicarse en general en toda la cara y el cuello, siempre con un suave masaje hasta su completa absorción. En poco tiempo después del tratamiento, notará los primeros efectos del aceite y sentirá una agradable sensación de piel suave. El aceite de almendras es, además, especialmente adecuado para limpiar el rostro del maquillaje: utilizar el aceite para eliminar todos los residuos de maquillaje en lugar de recurrir al uso de detergentes químicos normales, ayudará a la piel a recuperar su brillo y vigor mucho más rápidamente y a deshacerse de todas las impurezas del maquillaje.
Aceite de almendras para las quemaduras solares
Durante el verano, nuestra piel está más expuesta al riesgo de quemaduras solares. Una exposición al sol demasiado directa, intensa o incluso prolongada, o la elección de una crema bronceadora y protectora inadecuada, pueden exponer la piel al riesgo de quemaduras solares, además de provocar un efecto de sequedad muy pronunciado. El aceite de almendras resulta especialmente eficaz para superar estos inconvenientes: al ser naturalmente rico en minerales y vitaminas útiles para la piel y caracterizarse por una fuerte función antioxidante y regeneradora, el aceite de almendras es un poderoso aliado para tratar la piel de las quemaduras solares. Una o dos compresas al día, según el grado de la quemadura, ayudan a la piel no sólo a recuperar todos los nutrientes que necesita para reconstruirse, sino que también alivian y mitigan en gran medida el dolor debido al enrojecimiento y quemaduras.
SOS partes íntimas
El cuidado de las partes íntimas supone un aspecto delicado e importante de la vida de cada persona. Limpiar cuidadosamente las zonas más delicadas de nuestro cuerpo no sólo es una buena norma de higiene y limpieza general, sino también una forma de preservarnos a nosotros mismos y a nuestras partes íntimas del enrojecimiento, el ardor, las infecciones y, sobre todo, de las molestas sensaciones de picor. El aceite de almendras contiene todas las propiedades necesarias y útiles para el bienestar y el cuidado de nuestras partes íntimas: sus excipientes tienen propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antisépticas, así como la capacidad de ejercer un efecto calmante y regenerador.
Todas estas características y efectos combinados hacen que incluso para nuestras zonas más delicadas del cuerpo el aceite de almendras sea un eficaz y poderoso aliado. Dada la delicadeza de la zona a tratar, el producto debe utilizarse sólo una vez al día, a ser posible por la noche, para que pueda desplegar sus efectos beneficiosos durante toda la noche. Es una buena práctica no aplicar el aceite de almendras directamente sobre la zona a tratar, sino realizar ligeras y sencillas compresas que se aplicarán y masajearán suavemente hasta su total absorción. En caso de picor o sequedad especialmente persistentes, o incluso en presencia de una infección o inflamación, para calmar la sensación de ardor y el dolor, las compresas y aplicaciones de aceite de almendras pueden repetirse dos veces al día, con una frecuencia de una por la mañana y otra por la noche.
Aceite de almendras en el embarazo: adiós a las estrías
Durante el embarazo, la piel tiende a dilatarse por lo que está sometida a un estrés especial. Esta situación puede originar la molesta mancha de las estrías, un fenómeno que también se produce cuando seguimos una dieta especialmente restrictiva y que, en cualquier caso, una vez que aparece es difícil de eliminar. Entre las diversas características y propiedades del aceite de almendras se encuentra también una función elastizante específica que, ante la presencia de los primeros signos de estrías, puede ser muy útil para frenar y contrarrestar el fenómeno. Para evitar la aparición de estrías es necesario aplicar una pequeña cantidad de aceite de almendras sobre la zona afectada de la piel y masajear suavemente con movimientos circulares hasta conseguir su completa absorción. Para tener un mejor efecto, y contrarrestar más eficazmente las estrías debidas al embarazo, es bueno empezar el tratamiento cuando la piel aún no está estirada al máximo, para poder aumentar la elasticidad. Además de las estrías, las características esenciales y nutritivas del aceite de almendras también son especialmente adecuadas para reducir y hacer menos visibles los signos de las cicatrices.
