El aceite facial es indispensable para nutrir la piel de forma natural. Ideal para todo tipo de pieles, ¡descubramos qué ingredientes utilizar y por qué!
Considerado un producto unisex, el aceite facial es usado principalmente por mujeres. Es un cosmético que se adapta bien a todo tipo de piel, siempre que se conozcan bien sus propiedades. Ya totalmente olvidados los de textura grasa y pesada, hoy en día la elección del mejor aceite facial natural se basa en una serie de criterios que permiten seleccionar el cosmético ideal para las características de la piel.
La tendencia actual es que los aceites presenten una textura seca y se absorban rápidamente, y que estén hechos para no dejar una antiestética capa de grasa en la piel. A base de ingredientes totalmente naturales, el aceite hidratante facial es perfecto cuando la piel necesita nutrición y regeneración por igual, por lo que es preferible utilizarlo en la rutina nocturna de cuidado de la piel. Teniendo en cuenta que, para su aplicación, requieren un masaje en toda la superficie del rostro, la operación resulta especialmente relajante, también por el delicado aroma que emana. Existe una amplia gama de productos disponibles en el mercado que deben ser seleccionados de acuerdo a los requerimientos de su piel, con el fin de contar con un aceite que saque todo su potencial
¿Qué aceites faciales naturales son los más recomendables?
Gracias a la alta concentración de ingredientes activos de origen vegetal, son reconocidos por la piel como elementos naturales y, por tanto, biológicamente beneficiosos, ya que no contienen ninguna sustancia sintética. Cada vez más populares, estos cosméticos se están convirtiendo en aliados indispensables en la rutina de belleza, ya que son capaces de restablecer el equilibrio de la piel actuando sobre las glándulas sebáceas, las cuales son estimuladas para limitar la producción de sebo.
Al tratarse de un concentrado 100% de sustancias oleosas, el aceite facial sólo debe utilizarse en unas pocas gotas, normalmente en sinergia con otros productos de base acuosa para optimizar la hidratación. La actividad antienvejecimiento del aceite facial también es significativamente más eficaz que la de otros cosméticos con una textura diferente.
Aceite facial de coco
El aceite facial de coco es una grasa vegetal que se obtiene de las semillas del Cocus Nucifera, una planta que produce grandes frutos cubiertos por una cáscara leñosa. Dotado de eficaces propiedades nutritivas e hidratantes, el aceite de coco también es capaz de ejercer una valiosa acción antibacteriana contra los microorganismos responsables de ciertas formas de acné y furunculosis cutánea.
Gracias a su poder equilibrante y a su textura seca, el aceite de coco para el rostro es perfecto para las pieles secas, pero también es adecuado para las pieles mixtas con tendencia al acné. Según la mayoría de las opiniones sobre el aceite facial de coco, su alta concentración de vitamina E lo convierte en un potente antioxidante contra los radicales libres.
Beneficios y usos del aceite de coco
El uso del aceite de coco para las arrugas faciales se considera, por tanto, un excelente tratamiento antienvejecimiento, que debe utilizarse incluso de forma preventiva cuando empiezan a aparecer las primeras líneas de expresión. Se recomienda una mascarilla facial con aceite de coco para quienes deseen optimizar la elasticidad de la piel, ya que su acción se concentra en las fibras de elastina. El producto es capaz de dar una suavidad única a la piel y al mismo tiempo contribuye a fortalecer el sistema inmunológico mejorando el metabolismo general del cuerpo.
Se trata de un aceite con bastante cuerpo que, a temperaturas inferiores a 15 grados, se solidifica (convirtiéndose en manteca de coco) y requiere un calentamiento antes de su aplicación. Al igual que otros aceites, se recomienda su uso por la noche para que la piel lo absorba eficazmente. Normalmente se recomienda utilizar las mascarillas de aceite de coco no más de dos veces por semana, para no arriesgarse a obstruir los poros.
También es estupendo como aceite esencial reafirmante para el rostro y como desmaquillante, que se debe masajear suavemente, insistiendo sobre todo en las pestañas para disolver la máscara de pestañas, que luego se puede retirar con una almohadilla empapada en detergente neutro (el agua sola no es suficiente).
Aceite de argán para la cara
Gracias a su extrema versatilidad, el aceite facial de argán puede aplicarse a todo tipo de pieles, ya sean secas o grasas, jóvenes o maduras. Dotado de poderosas propiedades nutritivas (debido a la presencia de varios tipos de ácidos grasos), hidratantes y antienvejecimiento, el aceite facial de argán es imprescindible en su rutina de belleza diaria.
Después de verter unas gotas del producto en las palmas de las manos, es útil comenzar la aplicación desde la parte inferior del rostro y luego subir hacia los ojos y la frente, masajeando suavemente con un movimiento circular. El aceite facial de argán también puede aplicarse dos o tres veces al día si la piel está especialmente deshidratada y apagada, ya que aporta al rostro un brillo especial.
Cuando se utiliza puro, actúa como una excelente base de maquillaje, sustituyendo a la crema tradicional, con la ventaja de que la piel es más receptiva a los cosméticos típicos del maquillaje. De fácil absorción, este producto está considerado como el mejor aceite facial antiarrugas con eficaces propiedades antienvejecimiento.
Aceite facial de almendra dulce
Hidratante, calmante y elastizante, el aceite facial de almendras contiene una alta concentración de vitaminas A, D y E, así como de ácido oleico y linoleico (unos potentes antioxidantes). Aunque es muy adecuado para las pieles jóvenes, el aceite facial de almendras dulces es uno de los aceites antienvejecimiento más utilizados, ya que tiene un eficaz efecto estimulante de la síntesis de colágeno.
Indicado para rellenar las capas de la piel deshidratadas por el proceso de envejecimiento, el aceite de almendras dulces para las arrugas se recomienda como tratamiento diario, al menos en las primeras fases. Bien tolerado incluso por las pieles más sensibles (como las de los ancianos y los niños), el aceite facial de almendras es perfecto para el contorno de los ojos, ya que respeta perfectamente el pH de las zonas más delicadas.
Además de su alta concentración de minerales, el aceite facial de almendras dulces también contiene aminoácidos que favorecen la síntesis de colágeno (una proteína esencial para la firmeza de las células de la piel). Este aceite facial de almendras es uno de los más utilizados para hidratar la piel seca, ya que penetra fácilmente en la piel sin causar ninguna intolerancia. Mezclando cuatro cucharadas de aceite facial de almendras con dos cucharadas de azúcar morena, se obtiene un exfoliante muy delicado pero muy eficaz, que también es ideal para exfoliar zonas sensibles como los labios.
Aceite de jojoba
El aceite de jojoba para el rostro cumple principalmente una función eudérmica, que consiste en restaurar la capa fisiológica de la piel, ya que es capaz de formar una película lipídica sobre la epidermis que evita la deshidratación. Esta beneficiosa función se consigue de forma unilateral, ya que el aceite facial de jojoba permite que el agua penetre a través de las capas de la piel, ayudando a optimizar el equilibrio hídrico.
Se trata, por tanto, de un excelente remedio para la sequedad y el agrietamiento, fenómenos típicos de las personas maduras, faltas de tono y con arrugas, lo que lo convierte en el mejor aceite antiarrugas para el rostro. Gracias a su absorción especialmente rápida, el producto puede aplicarse por la mañana como base de maquillaje o para proporcionar una protección considerable incluso sin maquillaje. Su composición biológica es muy similar a la del sebo humano, por lo que la piel lo acepta muy bien sin mostrar signos de intolerancia.
Como cosmético, es perfecto para liberar los poros de impurezas sin agredir la piel, que, por el contrario, es tratada con extrema delicadeza, gracias también a la alta concentración de vitaminas B2, B3 y E. Se utiliza mucho en la formulación de mascarillas tonificantes, que también se pueden preparar en casa mezclando 3 cucharadas de yogur blanco con 1 cucharada de aceite y 5 gotas de limón. Adecuada para todo tipo de pieles, esta mascarilla garantiza una hidratación y tonificación ideales.
Aceite facial de oliva
El aceite facial de oliva tiene un altísimo contenido en lípidos, perfecto para estimular los procesos reparadores de la dermis, dificultar el envejecimiento celular, prevenir la irritación y la inflamación, así como proteger de la radiación solar.
Ideal para las pieles secas y deshidratadas, el aceite facial de oliva también puede aplicarse sin problemas a las pieles maduras y especialmente frágiles, ya que sus ingredientes naturales garantizan una excelente tolerabilidad. El aceite de oliva en el rostro es una auténtica panacea para la piel gracias a su contenido en vitaminas, minerales y sobre todo polifenoles, muy ricos en moléculas antioxidantes que combaten los radicales libres responsables del envejecimiento celular.
El uso de aceite de oliva en el rostro mantiene la piel hidratada, suave y flexible, ya que su composición lipídica es muy similar a la del sebo humano. Por lo tanto, la aplicación de aceite de oliva en el rostro durante la noche tiene un beneficioso efecto antienvejecimiento natural que, por un lado, reconstituye la dermis y, por otro, mantiene la epidermis suave. La actividad antiinflamatoria del aceite de oliva en el rostro lo convierte en un remedio ideal para las pieles especialmente sensibles e incluso propensas a la dermatitis. Por lo tanto, puede decirse que el aceite de oliva para la cara no sólo tiene una función cosmética, sino también una función ligeramente terapéutica para las afecciones dermatológicas.
¿Qué aceite facial elegir para la cosmética?
Hay muchos aceites faciales que se pueden utilizar en cosmética, obtenidos por prensado en frío. El aceite limpiador facial es muy utilizado en las rutinas de belleza, sobre todo en el caso de las pieles secas, ya que no sólo limpia la piel en profundidad, sino que la nutre eficazmente.
Por ejemplo, el aceite de hígado de bacalao puede utilizarse en el rostro como un producto antienvejecimiento muy eficaz gracias a su alta concentración de Omega 3, vitamina D, EPA y DHA, fósforo y azufre, todos ellos principios activos que son excelentes aliados del sistema tegumentario.
En cosmética, el aceite facial de ricino se recomienda por sus propiedades antibacterianas que lo convierten en un magnífico remedio para el acné y la forunculosis típicos de la adolescencia.
Las opiniones sobre el aceite de rosa mosqueta para el rostro son unánimes en cuanto a sus propiedades curativas y regeneradoras, que pueden atribuirse a su altísimo porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados, esenciales para la síntesis de prostaglandinas necesarias para los procesos de regeneración celular. El aceite de rosa mosqueta también se recomienda por la presencia de ácido trans-retinoico, que interviene en la inmunidad celular biológica.
El uso del aceite de neem para el rostro se recomienda por su acción antifúngica y antibacteriana, además de nutritiva y regeneradora gracias a su alta concentración de ácido oleico. Otro aliado para el bienestar de la piel es el aceite facial de vea a base de vitamina E pura, cuya función es aliviar las rojeces e irritaciones de las pieles especialmente delicadas.
Gracias a sus probadas propiedades antioxidantes, el aceite facial de cáñamo ayuda a restaurar la película lipídica epidérmica fisiológica, protegiendo la piel de las agresiones de los agentes climáticos y medioambientales. Excelente cosmético antiarrugas, el aceite de hierba de San Juan para el rostro tiene propiedades astringentes, purificadoras, regeneradoras y antisépticas, especialmente útiles para las pieles con tendencia al acné.
